• Ataque aéreo al desembarco británico


    A las 10:30 del 24 de mayo, despegaron de Río Gallegos las escuadrillas "Chispa" y "Nene", integradas por tres aviones Skyhawks A4B cada una, piloteados por el vicecomodoro Manuel Mariel, el teniente Mario Roca y el primer teniente Héctor Sánchez la primera, y el teniente Luis Cervera, el alférez Marcelo Moroni y un tercer piloto que debió regresar después de fallar en su intento de reabastecerse en vuelo, la segunda.

Publicado el 11 Febrero 2024  por




El Vicecomodoro Mariel fue uno de los tantos aviadores que, retirados del servicio activo de la Fuerza Aérea, solicitaron su incorporación voluntariamente para participar en misiones de combate, al igual que los tenientes Jorge Ibarlucea, Danilo Bolzán, Méndez, Luoni, Gabrielli, Giorgio y otros.

 

Todos ellos partieron a la batalla ignorando que muchos de ellos no regresarían jamás.

Como en todas las misiones llevadas a cabo hasta ese momento, los pilotos llegaron a la zona de combate en absoluto silencio de radio, después de corregir el rumbo hacia el norte tras percatarse que sobrevolaban las inmediaciones de Darwin.
 

Detectaron nueve buques en la bahía, sobre los que se lanzaron decididos Mariel y sus pilotos.


Mariel escogió un blanco mayor que destacaba sobre los demás.
 

En ese momento, el teniente Roca se le adelantó y en medio de una cortina de humo y explosiones producidas por las antiaéreas enemigas que disparaban frenéticamente, arrojó su bomba que, para su desgracia, quedó corta. Casi al instante vio a dos misiles pasándole cerca pero los mismos no iban dirigidos a él sino al Alférez Moroni que hábilmente los esquivó.
 

De regreso en Río Gallegos los integrantes de las escuadrillas comprobaron con satisfacción que habían regresado todos.
 

Mariel, Sánchez y Roca habían atacado a la misma embarcación, en tanto Moroni y Cervera hicieron lo propio con un buque de desembarco que resultó ser el "Sir Lancelot", impactado por una bomba MK-17 que aunque no estalló, destruyó las cañerías de a bordo, causando otros destrozos. Por otra parte el "Sir Geraint" recibió numerosos impactos de proyectiles de 30 mm que perforaron su estructura y una lancha LCU escapó milagrosamente a un ataque similar.


 

2da Escuadrilla
 

A las 11:02 llegó la escuadrilla "Azul" al comando del capitán Horacio Mir González, el teniente Juan Bernhardt y los capitanes R. Robles y Carlos Maffeis piloteando un Dagger y un Mirage cada uno.
 

Saltaron las alturas Rivadavia y atacaron con bombas y cañones entre otros al "Sir Bedivere”, alcanzado por una bomba que pegó en su cubierta y rebotó con un salto de 400 metros hasta el "Sir Galahad", donde se incrustó.
 

Cuando emprendían el regreso al continente se lanzó en su persecución un Sea Harrier que logró impactar a los numerales 2 y 4 con un proyectil en cada uno, sin infligir más daños que un orificio de 30mm en su casco. Aterrizaron a las 11:59 sin inconvenientes.
 

La formación "Azul" arribó intacta a su base, dejando atrás al "Sir Galahad" con el casco perforado y una bomba MK-17 alojada en su depósito de baterías. Su tripulación debió evacuarlo, quedando fuera de servicio por varios días.
 

 

3ra Escuadrilla
 

Tras los "azules" llegaron a la zona de combate los tres Daggers de la formación "Plata" al mando del capitán Jorge Dellepiane. Completaban la formación el primer teniente Musso y el teniente Callejo, quienes fueron recibidos por una verdadera cortina de fuego que les hizo sumamente difícil hacer puntería.
 

Un Sea Dart del "Broadsword" y otro, al parecer del "Coventry", pasaron muy cerca del líder y de uno de los numerales sin tocarlos. Los Dagger averiaron una fragata que podría ser la "Avenger" o tal vez la "Yarmouth" y reemprendieron el regreso velozmente para aterrizar en su base sin novedad. El Teniente Musso era otro de los valientes aviadores reincorporados voluntariamente para combatir. Se había retirado de la Fuerza Aérea hacía tiempo y al momento de estallar el conflicto se desempañaba como piloto civil de Aerolíneas Argentinas.
 

La siguiente formación "Jaguar" no fue tan afortunada. La conformaban tres Skyhawks A4C que despegaron de San Julián al comando del primer teniente José Vázquez, el teniente Jorge Alberto Bono y el alférez Martínez.
 

Cuando la formación volaba próxima a la Gran Malvina, sus integrantes comenzaron a escuchar por radio las voces de sus compañeros de la escuadrilla "Halcón" (capitán Jorge Pierini, teniente Daniel Méndez y primer teniente Ernesto Ureta) en el momento en que sus Skyhawks A4C eran interceptados por un PAC enemigo que les impidió aproximarse a los blancos. Escuchar sus órdenes, sus gritos de alertas y sus voces agitadas en plena batalla, los puso a todos muy nerviosos.


Las baterías antiaéreas británicas emplazadas en las laderas de las elevaciones cercanas y la artillería de abordo, disparaban con frenesí mientras los cazas se aproximaban amenazadoramente. En las embarcaciones inglesas, las alarmas indicaban que se vivían momentos de gran tensión y todos aquellos que no manipulaban armamento se arrojaron al piso en busca de protección.
 

Los A4C dispararon sus ráfagas de 30mm y lanzaron sus bombas, pasando sobre las cubiertas de los buques a escasa altura.
 

Mientras iniciaban maniobras evasivas pegándose al mar, Martínez vio a su izquierda al teniente Bono volando mucho mas bajo que él, perdiendo combustible. Se lo informó por radio al primer teniente Vázquez y éste le respondió que su avión (el de Martínez) también tenía una pérdida.


Cuando tuvieron contacto visual, Martínez corroboró que su jet realmente estaba averiado y que perdía combustible. En esos momentos hizo su aparición una nueva formación de aviones ingleses que se lanzaron en su persecución.
 

Los argentinos arrojaron sus tanques suplementarios y ganaron altura, lo que les permitió alejarse más rápidamente, obligando a los Sea Harriers a desistir. Fue entonces que el avión del teniente Bono comenzó a perder altura y finalmente, falto de combustible, se estrelló en el mar. El piloto no llegó a eyectarse y nunca más se supo de él.
 

Los Skyhawks restantes continuaron volando hacia la costa argentina, encontrándose a mitad de camino con los cisterna KC-130 que los reaprovisionarían para llegar al continente. Tocaron tierra sin novedad y cuando el teniente Martínez descendía de su máquina, Vázquez lo esperaba al pie, sumamente conmovido. Se abrazaron ambos con mucha fuerza para llorar a su amigo caído. Habían atacado al "Arrow”, dejándola prácticamente inactiva.


 

4ta escuadrilla
 

La escuadrilla "Oro" estaba integrada por dos Mirages y un Dagger al comando del mayor Luis Puga, el capitán Raúl Díaz y el teniente Carlos Julio Castillo.
 

Eran las 14:08 cuando los vectoreados cazas ingleses interceptaron a los argentinos disparando sus Sidewinder AIM9L. Primero alcanzaron a Puga y luego a Díaz quienes, pese a que sus aviones estallaron en el aire, lograron eyectarse. Mientras tanto, el otro Harrier se lanzó en persecución del teniente Castillo, alcanzándolo de lleno con un misil. La máquina se estrelló en las alturas de First Mount (Primer Monte), al oeste de Bahía Elefante, cerca del caserío de Pebble, en la Isla de Borbón, donde aún hoy permanecen sus restos.
 

Puga cayó al mar y pasó allí varias horas viviendo verdaderas peripecias hasta que finalmente alcanzó la costa y fue rescatado. Díaz cayó en tierra firme y fue recuperado después de vivir momentos que constituyeron una verdadera odisea.

Otro hecho heroico de aquella jornada lo protagonizaron los dos Mirages mencionados que en misión de cobertura sobre las islas, atacaron a un par de Sea Harriers a 12.000 metros de altura, obligándolos a eludir el combate y retirarse a su portaaviones.


 

Consecuencia de los ataques
 

Como consecuencia de estos ataques, los británicos sufrieron las averías de sus buques de desembarco "Sir Lancelot", "Sir Galahad", "Sir Geraint" y "Sir Bedivere". También el "Norland" resultó impactado por las esquirlas de una bomba MK-17 que estalló en sus proximidades provocándole daños. Quienes vivieron momentos de tensión y zozobra fueron los integrantes del Cuartel General de Brigada del Comando 3 y del Comando de la Fuerza Anfibia cuando el "Fearless" fue atacado con fuego de cañones, recibiendo impactos de 30mm que perforaron su casco. Argentina por su parte perdió cuatro aviones que fueron derribados por las antiaéreas y dos heroicos aviadores que ofrendaron sus vidas en defensa de la Patria.

 

Fuente: "Malvinas: Guerra en el Atlántico Sur" (inédito) Alberto N. Manfredi (h)


Fuente:1982malvinas.com

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